Editorial

Cuota de Mujeres en Directorios

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El Gobierno ingresó a fines del año pasado un proyecto de ley que establece un mecanismo para aumentar la participación de mujeres en directorios de sociedades anónimas abiertas y especiales. Este proyecto busca elevar su participación en los directorios a través de una cuota recomendada de 20% al tercer año de publicada la ley y una cuota obligatoria de 40% al sexto año.

Es indiscutible que la participación de mujeres en la alta dirección es un aporte a la inclusión, la diversidad y la productividad del país. También es una realidad que en Chile existen muy bajos niveles de participación femenina tanto en el mercado laboral, como en cargos de gerencia y directorios de las empresas. En particular, la participación de mujeres en directorio ha aumentado gradualmente de 10,3% en 2019 a 14,7% en 2022, pero se mantiene en niveles comparativamente bajos.

La opción que parece más acertada para Chile es un modelo de cuota recomendada “cumpla o explique” con un guarismo acorde a nuestra realidad actual.

El debate, por tanto, no se centra en la relevancia de mejorar estos indicadores, sino más bien en los modelos utilizados para ampliar la diversidad de género en los directorios. En el mundo existen distintos mecanismos, desde cuotas voluntarias, a cuotas recomendadas y obligatoria. Las cuotas obligatorias sólo se han aplicado en 14 países del mundo, con resultados obviamente efectivos, pues la participación de mujeres en directorios alcanza 39%.

No obstante, son más los países que han superado el 30% de participación que tienen cuotas recomendadas. Esto consiste en la sugerencia de un porcentaje determinado de cada género en los directorios y se le conoce como “cumpla o explique”, porque las empresas deben cumplir la meta o dar explicaciones al regulador y a la sociedad por su incumplimiento. No existe sanción legal, pero sí reputacional. En los países que han implementado este modelo, el porcentaje de participación alcanza 26%, cifra muy similar al promedio de los países OCDE (29%). En el caso de las cuotas voluntarias, en cambio, la participación de mujeres en directorios es muy inferior, de solo 15%.

La pregunta es cuál es el camino a seguir por nuestro país, considerando que partimos de una base muy inferior de participación de mujeres, tanto en el mercado laboral como en cargos directivos. El proyecto de ley es ambicioso en cuanto a la meta - son pocos los países que han alcanzado un 40% y en ellos la participación femenina en el mercado laboral es muy superior a la chilena- pero también lo es respecto del modelo escogido (cuota obligatoria al cabo de seis años). Esto último podría incluso considerarse atentatorio de un principio básico de libertad que disponen los accionistas para determinar quién dirige sus compañías.

En este contexto, la opción que parece más acertada para Chile es un modelo de cuota recomendada “cumpla o explique” con un guarismo más bajo que el propuesto por el Ejecutivo, acorde a nuestra realidad actual.

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